perfecta mujer ficticia

…ante el espejo ella se buscaba el pene y no lo encontraba. Se apretaba los pequeños pechos hasta visualmente hacerlos desaparecer. Se ajustaba la corbata de su padre, hablando con una mujer a la que le decía lo preciosa que era. Simulaba masturbarse como un hombre lo hace, y llegaba al orgasmo imaginando su enorme pene en la boca de aquella perfecta mujer ficticia... –¡Hola cariño ya estamos en casa! todo estaba desordenado y ella desnuda; Buenas noches querida: Dijo cerrando la puerta. Así su perfecta esposa volvía a ese lugar en el que lo esperaba; así cada sábado, así toda la vida, tocando sus pechos como si fueran los de ella,
masturbando un pene ficticio, besando la boca de una mujer perfecta a la
que ama y respeta, pero a la que jamás puso un nombre.

godzilla girl

relato incluido en el libro "átomos literarios"2008

Premio muestra andaluza de literatura joven Ayt. Málaga